viernes, 29 de mayo de 2015

Líder en alma.


¿Quieres ser líder en tu empresa? ¿Con tus hijos? ¿Contigo mismo?

Hay una gran diferencia entre mandar u ordenar y ser líder. Ser el capitán y que te sigan implica humildad.

Arieu define al líder como "la persona capaz de inspirar y asociar a otros con un sueño"

Para ello es necesario un corazón potente y humilde, con pasión para recorrer el camino que te lleva a la meta. Aprender de las caídas y continuar. Compartir con tu equipo el objetivo y mostrar la importancia que tiene cada uno para conseguirlo. Llegar al compromiso de los demás haciendo de tu pasión la suya. Un alto grado de empatía, ponerte en el lugar del otro y no hacer aquello que no te gustaría que te hicieran a ti.

Confiar y delegar. Escuchar y dialogar. Comunicar asegurándote que el mensaje que trasmites es el que llega. Implicar a cada miembro.

Tener madera de líder es un don que tienen de forma natural algunos afortunados.

Sin embargo, todos podemos ser nuestro mejor líder. Aprendiendo, estando atentos a los demás y a nosotros mismos, desenterrando esos valores que ahora parece que escasean.

Querer es poder.

El primer paso es pensar en ti mismo. ¿Cómo te gustaría ser tratado? ¿A quién seguirías libremente? ¿Por qué? ¿Cómo puedes aplicar esto en tu vida?

El poder de las preguntas, sencilla herramienta al alcance de cualquiera.



Todos estamos conectados, todos somos uno. Por lo tanto cuanto mejor seas tú mejor será el mundo.

Ojala te sirva.

 

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