lunes, 8 de septiembre de 2014

Curación espontánea


Existen casos de curación espontanea donde el médico no puede dar ninguna explicación lógica a la superación de una enfermedad.  

Doy fe de ello, ya que tenía esófago de Barrett durante años y desapareció sin dejar rastro.

Para que ocurra es necesario un cambio a la hora de ver tu vida y lo que te rodea. Modificar tu forma de pensar y hablarte.

Estoy leyendo “Desarrolla tu cerebro” de Joe Dispenza. Libro donde se detalla el cerebro y su funcionamiento, así como el potencial que tenemos de poder desarrollarlo una vez que lo entendemos. Dentro del segundo capítulo vienen casos de curación espontánea con su estudio y conclusiones.
Deseo compartirlo con vosotros por si le sirviera a alguien.   
 
Después de estudiar casos de gente que había experimentado remisiones y curaciones espontáneas, resulto evidente que la mayoría de estos individuos tenían cuatro cualidades específicas en común.
1.- Una elevada inteligencia innata nos da la vida y puede curar el cuerpo.

La gente creía que una inteligencia o fuerza superior habitaba en su interior. Tanto si lo calificaban de divino, como de espiritual o subconsciente, aceptaban que ese poder interior les daba la vida a cada momento. Más aun, cuando llegaban a conectar con dicha inteligencia, ésta se ponía a su servicio.

Hay que reconocer que existe una fuerza inteligente en funcionamiento dentro de nosotros que supera en mucho nuestras habilidades conscientes.

2.- Los pensamientos son reales; los pensamientos afectan directamente al cuerpo.

Hay un campo científico llamado psiconeuroinmunología que ha demostrado la conexión existente entre la mente y el cuerpo. Cada uno de tus pensamientos provoca una reacción bioquímica en el cerebro. Acto seguido, el cerebro libera señales químicas que se transmiten al cuerpo, donde actúan como mensajeros de los pensamientos. Los pensamientos que desencadenan la liberación de sustancias químicas en el cerebro permiten que tu cuerpo sienta exactamente lo que estás pensando. Tus pensamientos se transforman de inmediato en materia.

Una persona que desea mejorar su estado de salud debe cambiar por completo sus patrones de pensamiento. Para lograr esto, debe romper los bucles continuos de pensamientos y sentimientos negativos, y reemplazarlos con otros nuevos y beneficiosos.

Los pensamientos conscientes, si se repiten lo bastante a menudo, se convierten en pensamientos inconscientes.

Mediante la observación y reflexión, podemos llegar a darnos cuenta de nuestros programas inconscientes.

Una actitud nueva puede convertirse en un nuevo hábito.

3.- Podemos reinventarnos a nosotros mismos.

4.- Somos capaces de concentrarnos tanto que perdemos el sentido del espacio y del tiempo.

Como seres humanos, tenemos el privilegio de hacer que nuestros pensamientos sean más reales que ninguna otra cosa, y cuando lo conseguimos, el cerebro graba esas impresiones en los pliegues más profundos de su tejido. Dominar esta habilidad es lo que nos permite comenzar a cambiar nuestra mente y nuestra vida.