¿Quieres ser
líder en tu empresa? ¿Con tus hijos? ¿Contigo mismo?
Hay una gran
diferencia entre mandar u ordenar y ser líder. Ser el capitán y que te sigan
implica humildad.
Arieu define al
líder como "la persona capaz de inspirar y asociar a otros con un
sueño"
Para ello es
necesario un corazón potente y humilde, con pasión para recorrer el camino que
te lleva a la meta. Aprender de las caídas y continuar. Compartir con tu equipo
el objetivo y mostrar la importancia que tiene cada uno para conseguirlo. Llegar
al compromiso de los demás haciendo de tu pasión la suya. Un alto grado de
empatía, ponerte en el lugar del otro y no hacer aquello que no te gustaría que
te hicieran a ti.
Confiar y
delegar. Escuchar y dialogar. Comunicar asegurándote que el mensaje que
trasmites es el que llega. Implicar a cada miembro.
Tener madera de
líder es un don que tienen de forma natural algunos afortunados.
Sin embargo,
todos podemos ser nuestro mejor líder. Aprendiendo, estando atentos a los demás
y a nosotros mismos, desenterrando esos valores que ahora parece que escasean.
Querer es poder.
El primer paso
es pensar en ti mismo. ¿Cómo te gustaría ser tratado? ¿A quién seguirías
libremente? ¿Por qué? ¿Cómo puedes aplicar esto en tu vida?
El poder de las
preguntas, sencilla herramienta al alcance de cualquiera.
Todos estamos
conectados, todos somos uno. Por lo tanto cuanto mejor seas tú mejor será el
mundo.
Ojala te sirva.