miércoles, 11 de marzo de 2015

Coaching para el cáncer. Prevenir es mejor que curar.


Prevenir es mejor que curar sin duda alguna.

Las emociones contenidas, el silencio, las relaciones mal llevadas, los rencores, el sufrimiento en soledad, los sentimientos no expresados…, en el tiempo pueden dar sorpresas no gratas.

El cuerpo puede llegar a pasar factura por todo lo que carga en exceso día a día sin descanso. Nos habla pero no escuchamos. Y cuando grita ya es hora de curar.

La vida no es fácil, cada forma de ser es única y la combinación de factores es conveniente aprender a gestionarla.

El coaching es una herramienta de ayuda para no encapsular emociones negativas y liberar las que ya tenemos. Hay que dejarlas fluir, antes de que se desborden.  

Lo sabemos pero no lo queremos ver.

Cargamos con lo que nosotros decidimos llevar, es una elección personal, pero es conveniente hacer limpieza de lo que no nos aporta nada y pesa.

Somos responsables.

Esto no significa que una persona tenga cáncer por llevar una carga excesiva y otra no lo tenga llevando una vida al día impecable.
Sin embargo, está comprobado, que se puede psicomatizar enfermedades ante una baja calidad de vida emocional.

El ser humano puede tener células precancerosas dentro del organismo y el sistema inmunitario se encarga de controlarlas. A través de emociones o sentimientos negativos, llevados en el tiempo, el sistema inmunitario pierde fuerza frente a estas células.

Ejemplos que podemos encontrar dentro del diccionario de dolencias y enfermedades son:

Cáncer de útero à Inhibo emociones referente al hogar o familia.
Cáncer de colon à Búsqueda continúa de satisfacciones, placeres y deseos materiales.
Cáncer de estómago à Situaciones que no soy capaz de digerir.
Cáncer de ganglios à Miedo, culpabilidad, desesperación frente a mis emociones en planos amorosos y sexuales.
Cáncer de intestino à Palabras o acciones injustas que no puedo digerir.
Cáncer de lengua à Se pierde el gusto por vivir e inhibo la emoción dentro de mí.
Cáncer de laringe à Necesidad de expresar pena interior.
Cáncer de pecho à Sentimiento de culpabilidad interior hacia uno. Vinculado al espacio vital. Nido roto. Conflicto madre y mujer.
Cáncer de pulmón à Miedo a morir. Siento que muero. Fumar está relacionado, al hacerlo pongo un velo sobre emociones que me molestan y me impiden vivir.
Cáncer de testículos à Vivir sentimiento intenso de pérdida de alguien importante para mí.
Cáncer de sangre, leucemia à Falta de alegría de vivir.
Cáncer de esófago à Emociones o ideas que provocan irritación interior, pasan mal.
Cáncer de bronquios à Ira, frustración o rabia con relación a emociones inhibidas.
Cáncer de hígado à Insatisfacción con la vida, preocupación excesiva.
Cáncer de huesos à Estructura de las leyes y principios fundamentales de mí día a día con los cual debo transigir.
Cáncer de ovarios à Deseos de procrear, satisfacción como mujer.
Cáncer de próstata à Sentimiento de potencia y capacidad sexual masculina.

La buenísima noticia es que esto sólo es así en el caso de que a ti te diga algo. No sienta cátedra.

Siempre hay momentos difíciles en la vida, desde la muerte de un ser querido, una separación, un despido, una injusticia, una mala relación personal, un no entender, un fracaso,… Lo importante es no mantener los sentimientos y emociones negativas  en el tiempo, si eso ocurre, es mejor buscar ayuda y enfrentarse a ello.

Tú ganas, tú pierdes, tú eliges, tú eres responsable.

La nutrición, el deporte, las buenas costumbres con facilidad nos las planteamos.  

No olvidar que el interior lo es tanto o más.

Un momento difícil, una necesidad, una ayuda puntual, nuevos hábitos en tu vida, limpiar tu alma de lo que sobra y hacer espacio para todo lo que te enriquece.

Sé feliz desde el interior. No es fácil pero merece la pena intentarlo.

Te merece la pena? Tú decides.

Ojala te sirva.
Carmen Hidalgo.

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