lunes, 16 de febrero de 2015

Mundo interior.


Los sentidos me comunican con el exterior, veo a mi hija crecer y cambiar,  veo el continuo ajetreo de la ciudad, el sol y la luna día a día una vez más, oigo palabras que en ocasiones escucho, la música que levanta mi ánimo o sólo me relaja, ruidos de todo tipo que tiendes a identificar de forma automática, huelo la hierba recién cortada, el perfume que pasa junto a mí, la comida haciéndose, saboreo ese helado de turrón con trufa que me pierde, el café que me estimula cada mañana; acaricio  a mi perra, noto las diferentes texturas en mi piel. Siento la energía que me rodea, cuando alguien se acerca y las energías se mezclan con múltiples sensaciones. De repente conectas con alguien que no conoces, de repente quieres alejarte. No hay explicación sólo lo sientes.

Todo esto me resulta fascinante, aunque cuando estoy en modo off me lo pierdo, está ahí pero no lo siento, es normal y en ocasiones no pongo la atención que me hace disfrutar.

Para mí, hay algo que supera con creces este milagro exterior y es cuando vas hacia el interior.

Si lo que está fuera no tiene fin lo que está dentro de mí lo supera con creces.

Dentro de nosotros están las respuestas que buscamos fuera, dentro somos uno y todo. Sólo son perdurables los cambios que hagamos en esta dirección, de dentro a fuera, es nuestra esencia, es donde realmente somos. Yo soy.

El crecimiento personal, la VIDA en sí está dentro. Se confunde el todo con la nada. Hay que profundizar para poder cambiar, para poder disfrutar plenamente, para obtener la seguridad de que después de llegar a un punto siempre hay otro, y es una gran aventura llena de riesgos, donde el mundo exterior se queda pequeño.    

Soy responsable de mi vida. 

Leyendo a Stephen R.Covey he encontrado lo siguiente:

<Examinemos la palabra “responsabilidad”, en la cual encontramos alusiones a las palabras “responder” y “habilidad”: habilidad para elegir la respuesta. Las personas muy proactivas reconocen esa responsabilidad. No dicen que su conducta es la consecuencia de las condiciones, el condicionamiento o las circunstancias. Su conducta es un producto de su propia elección consciente; se basa en valores, y no es producto de las condiciones ni está fundada en el sentimiento.
Dado que por naturaleza somos proactivos, si nuestra vida está en función del condicionamiento y las condiciones, ello se debe a que, por decisión consciente o por omisión, elegimos otorgar a esas cosas el poder de controlarnos.
Si nuestra elección es ésa, nos volvemos reactivos. Las personas reactivas se ven a menudo afectadas por su ambiente físico. Si el tiempo es bueno, se sienten bien. Si no lo es, afecta a sus actitudes y su comportamiento. Las personas proactivas llevan consigo su propio clima. Su fuerza impulsiva reside en los valores.>

Lo más importante es que SOY LIBRE, y esa libertad está en mi interior. Yo elijo y yo trabajo para cambiar si lo que tengo no me gusta. Si decido quedarme tal cual o deseo explorar un poco más y un poco más.

Lo más importante es ser feliz y si algo te lo impide no esconderlo, porque solo tú puedo limpiar tu hogar y tirar lo que no vale para dejar espacio a lo nuevo.

¿Quieres conocerte?

 Ojala te sirva.

2 comentarios:

  1. Buen tema has elegido hoy: el mundo interior, nuestro mundo interior. Algo tan grande, tan enorme y tan desconocido al mismo tiempo. Reconozco que no conozco ni el 10% de mi propio interior y eso que llevo con él taitantos años. Muchas veces es apasionante pero otras realmente da un poco de miedo profundizar en uno mismo (quizás es miedo al cambio, no sé). Me ha encantado el artículo. Al leerlo me ha dado una agradable sensación de libertad. Gracias por haber escrito sobre un tema tan difícil de explicar y que tú lo has hecho genial.

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    1. Muchísimas gracias por tu comentario. Nunca es tarde para empezar la aventura mientras tengas aliento. Creo que te puede sorprender. Te animo a probar. Piensa
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