Los
sentidos me comunican con el exterior, veo a mi hija crecer y cambiar, veo el continuo ajetreo de la ciudad, el sol y
la luna día a día una vez más, oigo palabras que en ocasiones escucho, la
música que levanta mi ánimo o sólo me relaja, ruidos de todo tipo que tiendes a
identificar de forma automática, huelo la hierba recién cortada, el perfume que
pasa junto a mí, la comida haciéndose, saboreo ese helado de turrón con trufa
que me pierde, el café que me estimula cada mañana; acaricio a mi perra, noto las diferentes texturas en
mi piel. Siento la energía que me rodea, cuando alguien se acerca y las
energías se mezclan con múltiples sensaciones. De repente conectas con alguien que
no conoces, de repente quieres alejarte. No hay explicación sólo lo sientes.
Todo
esto me resulta fascinante, aunque cuando estoy en modo off me lo pierdo, está
ahí pero no lo siento, es normal y en ocasiones no pongo la atención que me
hace disfrutar.
Para
mí, hay algo que supera con creces este milagro exterior y es cuando vas hacia
el interior.
Si
lo que está fuera no tiene fin lo que está dentro de mí lo supera con creces.
Dentro
de nosotros están las respuestas que buscamos fuera, dentro somos uno y todo.
Sólo son perdurables los cambios que hagamos en esta dirección, de dentro a
fuera, es nuestra esencia, es donde realmente somos. Yo soy.
El
crecimiento personal, la VIDA en sí está dentro. Se confunde el todo con la
nada. Hay que profundizar para poder cambiar, para poder disfrutar plenamente,
para obtener la seguridad de que después de llegar a un punto siempre hay otro,
y es una gran aventura llena de riesgos, donde el mundo exterior se queda
pequeño.
Soy
responsable de mi vida.
Leyendo
a Stephen R.Covey he encontrado lo siguiente:
<Examinemos
la palabra “responsabilidad”, en la cual encontramos alusiones a las palabras “responder”
y “habilidad”: habilidad para elegir la respuesta. Las personas muy proactivas reconocen
esa responsabilidad. No dicen que su conducta es la consecuencia de las
condiciones, el condicionamiento o las circunstancias. Su conducta es un
producto de su propia elección consciente; se basa en valores, y no es producto
de las condiciones ni está fundada en el sentimiento.
Dado
que por naturaleza somos proactivos, si nuestra vida está en función del
condicionamiento y las condiciones, ello se debe a que, por decisión consciente
o por omisión, elegimos otorgar a esas cosas el poder de controlarnos.Si nuestra elección es ésa, nos volvemos reactivos. Las personas reactivas se ven a menudo afectadas por su ambiente físico. Si el tiempo es bueno, se sienten bien. Si no lo es, afecta a sus actitudes y su comportamiento. Las personas proactivas llevan consigo su propio clima. Su fuerza impulsiva reside en los valores.>
Lo
más importante es que SOY LIBRE, y esa libertad está en mi interior. Yo elijo y
yo trabajo para cambiar si lo que tengo no me gusta. Si decido quedarme tal
cual o deseo explorar un poco más y un poco más.
Lo
más importante es ser feliz y si algo te lo impide no esconderlo, porque solo tú
puedo limpiar tu hogar y tirar lo que no vale para dejar espacio a lo nuevo.
¿Quieres
conocerte?