No deja de
llamarme la atención lo difícil que resulta a muchas personas cuidar de un
enfermo. Por eso quiero escribir este artículo, compartirlo y mejorarlo con
vuestras ideas.
Hay muchos
tipos de enfermos, pero todos ellos cuentan con una limitación temporal o
indefinida, en la que necesitan más que nunca el apoyo de los que le rodean. En
muchas ocasiones, sobre todo ante una enfermedad larga, no podemos dar todo
nuestro tiempo, por eso tenemos que dar tiempo de calidad.
Recordemos una
regla básica olvidada, lo que importa es aquí y ahora, disfruta del tiempo que
des, disfruta de la más mínima mejora, cuida con amor y entrégate cuando lo
hagas.
Reglas
·
No
engañar nunca al enfermo.
Si dan noticias
preocupantes, el enfermo tiene todo el derecho a saber con lo que se enfrenta.
La verdad no quita darla con un poco de azúcar.
Una misma
noticia se puede dar de múltiples formas. La mejor es aquella en la que no se
cierran puertas y no se ponen límites. Es como una moneda con dos caras, demos
la buena, la que dé confianza al enfermo y espíritu de superación.
·
Cuidarle
con amor y alegría. Una sonrisa hace verdaderas maravillas.
Lo que
desprendemos es lo que se respira y se siente. Tienes que sacar lo mejor de ti
para poder compartirlo. Si lloras, el enfermo llora contigo. Si sonríes, el
enfermo sonríe contigo. El ambiente
importa. Tu energía se mueve a su alrededor y le impregnas de ella.
·
Estar
atentos a los detalles y señales.
Una bajada de
ánimo no esperada, hay que reaccionar rápidamente antes de que vaya a más. Leer
el silencio. En silencio se dice mucho y si estás atento puedes hacerlo. La
interpretación de una postura, de una mueca en la cara…
Todo pequeño
detalle nos puede dar información.
·
Escuchar.
Escuchar no es
lo mismo que oír. Siéntate a su lado y sólo estate atento a lo que te diga, te
comente su día, te comente sus recuerdos.
Mientras lo
hace, dale la mano.
·
El
contacto físico es importante.
Mantén la mano
del enfermo entre las tuyas a ratos. Acariciarle. En la sociedad actual hemos olvidado
la importancia del contacto físico, es una sociedad fría.
Si quieres
calidez ten contacto físico.
· Proporcionarle la mayor comodidad posible.
Masajes con
crema que les ayude a hidratar la piel y a la vez a estimularla y relajarla. Ni
muy fuertes, ni muy flojos.
Alguien que
está en la cama mucho tiempo puede sufrir picores en la piel, en este caso lo
mejor es una crema de avena.
Si no se puede
duchar el enfermo, lava el pelo con champú de espuma seca que venden en la
farmacia. Peinadle. Masajead su cabeza, le relajará.
Reiki es una
técnica muy sencilla y conveniente. Mantiene al paciente tranquilo y se pueden
eliminar molestias puntuales sin medicación.
Si no lo
conoces, infórmate.
Ante algo
puntual puede no ser necesario pero ante una enfermedad de larga duración sería
conveniente.
·
Hacerle
consciente de lo bueno que ha pasado en su día, el más mínimo detalle importa.
En el caso de
ver complicada esta tarea en un momento dado, siempre se puede decir, ya queda
un día menos para estar mejor.
·
No
marear al enfermo.
Muchas visitas
intentan animar al paciente pero terminan mareándole. Nos tenemos que poner en
la piel del enfermo y dejar la nuestra fuera. Si vemos que está cansado, darle
un beso y con tacto irnos. Si vemos que tiene ganas de hablar nos quedamos
tranquilamente charlando. Pero hay que observar al enfermo y decidir según le
veamos.
·
No dar
cancha a la autocompasión.
No hay nada
peor que un auto diálogo de compasión. Que mal estoy, no puedo hacer nada, me
voy a morir, quiero irme de aquí, no duermo nada, no como nada..….
Con todo
cariño, debemos hacer consciente al enfermo de que aunque esté mal va a mejorar
y mucho depende de él. Dar la vuelta a todo lo que diga de forma positiva.
Por ejemplo, no
he dormido nada en toda la noche, la respuesta sería, no te preocupes es porque
has dormido mucho a lo largo de la tarde.
·
Acostumbrarle
a pensar cosas bonitas.
Todos los días
antes de dormir, recuerda pensar cosas bonitas, si ahora no recuerdas ninguna
invéntatela. Piensa en algo que te guste y duerme con ese pensamiento. Piensa
que esta enfermedad se va y lo que te apetece hacer cuando no esté. Vive en tus
sueños lo que ahora no puedes vivir en la realidad.
·
En
caso de una enfermedad crónica hacer consciente al paciente.
Ante una
enfermedad para toda la vida o una limitación por edad, la persona debe
asumirlo y ser consciente. Se tiene que adaptar.
Dentro de
cualquier limitación se cierran puertas pero se abren otras, busquemos con el
enfermo ese nuevo mundo de posibilidades.
·
El
cuidador necesita ser cuidado.
El cuidador
debe ser el fuerte y el que controle la situación del paciente. Él está en la
oscuridad sin que nadie se fije en él. Sin embargo, ante una situación crítica
o una situación larga es conveniente que el cuidador sea también cuidado, para
poder seguir con esa vitalidad, energía, optimismo y entrega desde donde nadie
le ve.
Como veis las palabras
claves son Amor, Consciencia, Empatía, Optimismo, Calidad, Contacto, Entrega,
Detalle, Ánimo, Paciencia.
Ojala te sirva.
Carmen Hidalgo.